lunedì 18 novembre 2013

CFP 348-13 Conclusiones - Con mis propias palabras: ¿qué es hablar una lengua extranjera?



Como para esta actividad nos invitáis a imaginar que un familiar de cierta edad que no esté familiarizado con este tema nos haga la pregunta ¿qué es hablar una lengua extranjera? He pensado en dirigirme a mi tia Carla, 83 años.

“Hola tita. Ya que me preguntas qué es hablar una lengua extranjera voy a intentar contestarte de forma sencilla. Durante muchos años hemos pensado que hablar una lengua extranjera significaba hablarla con la misma propiedad que unos nativos.

Hoy nos hemos dado cuenta que no todos teníamos el mismo interés: algunos solo queríamos leer textos informáticos en esa lengua, otros, solo hablar con los amigos, otros escribir cartas comerciales. Es decir nos hemos dado cuenta de que necesitamos aprender lenguas para hacer cosas concretas en un determinado contexto. Para ello necesitamos desarrollar determinadas competencias, algunas comunicativas, relacionadas con la lengua, y otras generales.

Me explico mejor con un ejemplo: en nuestra vida realizamos muchas tareas, algunas de las cuales necesitan el empleo de la lengua. Cuando me explicas por teléfono cómo hacer esa tarta de almendras que tanto me gusta, necesitas conocer el léxico de cocina, las normas de gramática para formar imperativos u otras formas para dar indicaciones, pero también hay que tener conocimientos del mundo de la cocina, mejor si de cocina italiana se trata, el uso de algunos instrumentos, y (¿por que no?) alguna noción acerca de mi torpeza y del miedo que le tengo al horno.

¡Todo ello es hablar una lengua! Y algo parecido hay que tener en cuenta cuando aprendemos un idioma extranjero y cuando lo queremos enseñar en las aulas. Así que en lugar de simplificarnos la vida a los pobres profesores, sin duda nos la han complicado ¡ y bastante!"

CFP 348-13 Conclusiones - Mensaje a Silvia.



Hola Silvia:

Creo que la sesión que has planteado para tu aula de LE es sin duda interesante y fruto de un gran trabajo. Eres una muy buena profesora, lo demuestra este mensaje en el que te preocupas por aclarar algunos de los elementos fundamentales a la hora de plantear y organizar una clase de L2. ¡Creo que tus alumnos son muy afortunados por tenerte como profesora! Y van a utilizar la lengua y a aprender mucho contigo. Paso a darte mi opinión sobre las cuestiones que nos propones.

En mi opinión, cuando terminen esas dos horas de clase, tus alumnos van a ser capaces de hacer lo que está fijado en los objetivos: expresar preferencias en relación con los métodos de medicina alternativa más útiles, aconsejar sobre los métodos apropiados para algunas dolencias, escuchar un programa de radio y comprender los argumentos principales de los interlocutores, participar en un debate, aportando la propia opinión y contraargumentando y finalmente redactar un texto argumentativo , que sea coherente y que presente un nivel de corrección adecuado para el nivel B2.

Acerca de los marcadores del discurso, estoy de acuerdo contigo, son un poco difíciles, más proprios de un nivel C1. De todas formas, puede ser que tus alumnos los conozcan, si están acostumbrados a leer textos de esa dificultad (todos son universitarios y seguramente hayan desarrollado la comprensión lectora más que las otras actividades comunicativas).

El punto fundamental es sin duda el relativo a las necesidades del grupo o, mejor dicho, de cada uno de tus alumnos. Estoy segura de que antes de elegir este tema te habrás preocupado por conocerlos, por investigar sus intereses y sus necesidades (los alumnos son todos universitarios, pero proceden de distintos países, estudian carreras distintas, etc.). En efecto, creo que es fundamental comprobar el interés de los alumnos, ya que se trata de un tema un poco más específico dentro del tema más general de la salud. Su motivación para aprender la lengua es estrictamente ligada con la consecución de unos objetivos concretos. Normalmente, los estudiantes Erasmus necesitan aprender el idioma para transcurrir una larga temporada en el país donde estén destinados. Sus objetivos son sobre todo académicos: desenvolverse en el nuevo entorno universitario. Sin embargo, ellos se moverán también en otros contextos, tanto públicos como privados. Tendrán que alquilar una habitación o un apartamento, tendrán que ir al banco, y también al médico, intercambiar opiniones con unos amigos, aconsejarles. 

Además, el tema de la medicina alternativa puede resultar muy interesante ya que los estudiantes proceden de países distintos y porque el estudiante de medicina puede ofrecer un punto de vista más científico, ayudar a los compañeros y enriquecer el debate, siempre que no lo monopolice. Cada uno de los aprendientes puede aportar su experiencia personal o de personas cercanas. 

La forma de introducir el tema me ha parecido también muy apropiada: en primer lugar, la tarea se inserta entre otras dedicadas a la salud, por tanto puedes medir con anterioridad tanto el interés de los alumnos para el tema como sus conocimientos previos de caracter general; en segundo lugar, la activación de sus conocimientos específicos sobre la medicina alternativa puede ayudar a la hora de proponer actividades complejas y con un alto nivel de dificultad. Todo ello te ayudará a alejar el peligro de la desmotivación.

Por lo que se refiere a las tareas, es cierto que las tareas de la vida real son siempre las más motivadoras para los aprendientes ya que responden a “las necesidades que tienen los alumnos fuera del aula, ya sea en los ámbitos personal y público, ya sea en relación con necesidades más específicas de caracter profesional y educativo”. Sin embargo, no tienes que preocuparte excesivamente por ello. Lo importante es que todas las tareas propuestas son comunicativas en cuanto todas incluyen actividades comunicativas de la lengua. Creo que las tareas que tú propones (y son las más habituales en clase) son tareas pedagógicas, es decir, están diseñadas especificamente para el aula. Como tales son factibles (para un nivel de dificultad B2) y relevantes, es decir, interesantes, útiles y motivadoras para ese contexto, aunque solo se relacionan indirectamente con la vida real. Es muy interesante que las tareas de comprensión partan de un texto auténtico, no creado especificamente para la clase (la web y el programa de radio). He pensado mucho en el nivel de dificultad del texto de la web. Podría tratarse de un texto demasiado extenso y técnico para tus alumnos (solo uno es de medicina) y por tanto no apropiado para ellos al no entrar en el campo de especialización de todos los aprendientes. Además, un tiempo de 15 minutos me parece insuficiente.

Algunas tareas son sencillas y otras complejas, ya que combinan varias actividades comunicativas. Por ejemplo, se necesitan actividades de expresión e interacción oral y puede que de expresión escrita en la tarea 2, en la que los alumnos tienen que decir lo que saben del tema propuesto, pero al ser la actividad en parejas deberán interactuar oralmente con el compañero y quizás tomar apuntes. Las actividades 4 y 7 me parecen estrategias de expresión en la fase de planificación de la tarea siguiente (recordar algunos recursos lingüísticos o marcadores discursivos).

Creo que los ámbitos y situaciones de uso que han elegido son en principio adecuados para tus alumnos (estudiantes Erasmus de distintas facultades y de distintas procedencias). El estudiante de medicina podría cubrir sus necesidades de caracter educativo y, junto con los demás, podría aprender a desenvolverse en ámbitos privados y públicos (aconsejar a un amigo, participar en un debate). Leer una web será sin duda una de las muchas tareas de la vida real a la que tus alumnos tendrán que enfrentarse, como también la de escribir un texto argumentativo.

Por cierto, hablando de la tarea 9 (escribir un texto argumentativo sobre el tema) podría ser una buena estrategia de expresión escrita, en fase de planificación, pedir a tus alumnos que busquen textos argumentativos para que reflexionen sobre la estructura básica de los mismos y la expliquen a los compañeros. Luego, en fase de evaluación, un compañero puede leer el texto para comentarlo, evaluarlo, criticarlo y aconsejarlo. Este paso puede enriquecer la última fase, la de autocorreción, ya que el autor del texto deberá volver a pensar en ello, para confirmar sus elecciones o para modificarlas.

Estoy convencida de que con esta programación les ayudas a desarrollar tanto competencias comunicativas como generales. Entre las primeras la competencia lingüística (desde la gramática al léxico, etc.), sociolingüística (ej.: diferencias de registro) y pragmática (ej.: organizar el texto argumentativo de forma coherente). Entre las segundas, el conocimiento declarativo (qué es la medicina alternativa y cómo es considerada), destrezas y habilidades (ej: participar en un debate), competencia existencial (supongo que la elección de las tareas habrá sido determinada también en base a los distintos estilos de aprendizaje de tus alumnos) y capacidad de aprender (la tarea final me parece apropiada para que los alumnos evalúen todo o parte de lo que han aprendido).

Siento haberme enrollado mucho, pero espero haberte ayudado con estas opiniones.

Un abrazo

giovedì 14 novembre 2013

CFP 348-13 Nuevas reflexiones sobre el desarrollo de la competencia existencial



Hola a tod@s:
¡Qué interesante este debate sobre el desarrollo de la competencia existencial en el aula le L2!
Vuelvo a intervenir en este foro, porque para llegar a unas conclusiones más conscientes, he leído vuestras aportaciones y también he “dado un paseo” por los debates de los otros grupos: os lo aconsejo vivamente si todavía no lo habéis hecho. Allì he encontrado muchas ideas super-interesantes: me he quedado con algunas. Quiero dar las gracias a todos mis compañer@s por haberme ayudado a reflexionar en estos temas tan apasionantes.

Quiero agradecer especialmente a Andrea Arroyo García del grupo 1. Creo que la mayoría de nosotros está de acuerdo con ella en reconocer que “el conocimiento de la competencia existencial nos ayuda a los docentes a ayudar a nuestros alumnos a que aprendan una lengua de un modo mas satisfactorio.”  De esta forma, los docentes podemos anticiparnos a muchos de los problemas que suelen darse en las aulas de L2. Conocer las características personales de nuestros alumnos, sus motivaciones, sus carencias, sus características de aprendizaje, etc... nos proporciona una parte de las informaciones necesarias para plantear nuestra labor de enseñanza, elegir los recursos y las actividades comunicativas más adecuados de acuerdo con las características de nuestros alumnos.  Andrea nos aporta su experiencia personal: “no es posible llevar a cabo en muchas ocasiones la misma actividad comunicativa con dos grupos de alumnos de la misma edad y del mismo colegio. Las características individuales de los alumnos que conforman cada grupo juegan un papel esencial a la hora de realizar en clase una actividad comunicativa determinada. Por este motivo, insisto en que conocer la competencia existencial nos ayuda a saber qué tipo de alumnos tenemos, qué necesidades tienen, qué podemos realizar con ellos y qué no, y todo ésto nos facilita que proceso de enseñanza-aprendizaje sea más satisfactorio para todos.”
No faltan, sin embargo opiniones que ponen más énfasis en las dificultades de este enfoque y que lo veen practicamente imposible de llevar a las aulas. Son opiniones que tienen que hacernos reflexionar muchísimo, porque nadie dice que eso sea sencillo. Por ejemplo, Vanesa Martín Saura, creo que del grupo tres, llega a afirmar que “el desarrollo de la competencia existencial excede el conocimiento profesional del profesor, y que, más allá de tener mejor o peor predisposición a la hora de entablar relaciones con nuestros alumnos, nuestra misión en el aula es la realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible, haciendo uso de aquellas herramientas y dinámicas que mejor encajen con el grupo de alumnos concreto con el que trabajaremos y llevando a cabo ejercicios y actividades que favorezcan el correcto desarrollo de los estudiantes y la obtención de las metas estipuladas.” Según algunos compañeros de curso la idea de personalizar las experiencias educativas de un grupo llegando a profundizar en las competencias existenciales de cada uno resulta algo utópica. Creo que a nadie de nosotros nos escapa la dificultad de poner en práctica esta nueva metodología y más de uno podemos pensar que hay situaciones y situaciones: situaciones en las que es posible trabajar de esta forma y otras en las que no.

¿Cómo superar estas dificultades? Realmente creo que no existe una fórmula mágica. Sin embargo, se está haciendo mucho en este sentido. Quiero recordar al respecto la experiencia de otra compañera que me ha parecido iluminadora y que podría exportarse a muchos centros públicos y privados, y que pone el acento una vez más en el papel del alumno. María Asunción Díez Esteban nos cuenta que: “hace unos meses trabajé dando clases a una mujer italiana de unos 35 años que se acababa de incorporar a su puesto de trabajo en una empresa española. La primera toma de contacto que tuve con ella, es decir, en nuestra primera clase, le realicé una entrevista de tipo personal (en la academia para la que trabajaba se titulaba "training needs analysis"). En esta "entrevista" le hice preguntas del tipo... ¿por qué necesitas aprender el español? había varias opciones...para escribir correos electrónicos, para hablar por teléfono con clientes, para situaciones sociales, etc. ¿En qué competencias lingüísticas te gustaría desarrollarte más? También le pregunté por su vida personal, sus hobbies e intereses personales y finalmente por los objetivos que ella tenía a la hora de aprender español. El término final de esa primera toma de contacto era para que juntas pusiéramos en común los objetivos propios con los del nivel en el que estaba y decidiéramos de mutuo acuerdo cuáles deseaba alcanzar. A medida que se desarrollaban la clases, siempre le pedía su opinión y ella me decía qué tipo de ejercicios le gustaban más, o cómo le resultaba más fácil aprender, de tal manera que yo intentaba adaptar los contenidos curriculares a sus preferencias, la verdad que para mí fue una experiencia enriquecedora. “

Puede ser cierto que este tipo de estrategias son más fáciles de llevar a cabo en clases particulares o en aulas con pocos estudiantes que permiten una relación más cercana, y menos en un aula de 30 alumnos de un instituto. Pero quizás bastaría que nuestros planes de estudio contemplaran el tiempo necesario para poner en práctica dinámicas parecidas a las anteriormente descritas y que sobre todo se institucionalizar procesos que en muchos casos depende de cada docente.

Estoy convencida que este cambio es absolutamente necesario para completar la revolución que ya ha acontecido en el mundo educativo, el desplazamiento del papel del docente y la asunción de un papel central y activo por parte del alumno. ¿Cómo puede el alumno sentirse realmente motivado si no se siente participe en todo momento, desde el primer día, de su proceso de aprendizaje? ¿Utopia? No se hasta que punto. Naturalmente yo solo puedo hablar de mi personal experiencia. Otras compañeras nos relatan situaciones realmentes difíciles y duras para cualquier docente. Mis alumnos son normalmente Erasmus. Deberían estar interesados en aprender el idioma con el cual deberán desenvolverse, sin embargo muchas veces vienen a clase solo por obligación (hacer el curso es indispensable para la beca). Además, a menudo no están acostumbrados a sentirse protagonistas del proceso de aprendizaje. Inicilmente me miran con mucho respeto y esperan de mí que les de lo que quieren, que les trasmita todos mis conocimientos de italiano. Tardo unos días con los más tradicionales para que entiendan que las cosas no funcionan así, que todo depende de ellos y que yo solo puedo facilitarles dinámicas, información, pero que el trabajo de aprender es de ellos. Creo que al final los que vienen a clases no tienen otra que participar en las actividades que ellos mismos han contribuido a elegir conmigo.

CFP 348-13 Sobre el desarrollo de la competencia existencial




Hola a tod@s.
Aquí tenéis mis reflexiones. He intendado resumir los argumentos en 5 puntos: 

1. No creo que el desarrollo de la competencia existencial exceda el conocimiento profesional del profesor. Estoy completamente convencida de que el profesor de lengua extranjera debe tener en cuenta actitudes y estilos cognitivos de cada alumno y sus experiencias previas. Conocerlos implica un trabajo previo importantísimo para luego plantear todo el trabajo con sus alumnos. También es cierto que en clases numerosas es difícil que todos los alumnos tengan el mismo estilo de aprendizaje, pero es posible combinar actividades donde se utilizen distintos estilos, o trabajando en grupos, en los que alumnos con diferentes formas de aprender se ayuden los unos a los otros. Para ello, es aconsejable que el profesor forme los grupos.

2. Los alumnos acuden al aula para aprender una lengua, es cierto, pero es importante que el docente les explique desde el principio que aprender una lengua va más allà del léxico, la gramática. Ya lo he leído en las intervenciones de otros compañeros: una lengua es también cultura. Intercambiar informaciones para comparar las costumbres de los países de origen de los compañeros enriqueze la comunicación y sirve para comprender más en profundidad la nueva cultura. Pienso a una tarea para intercambiar recetas de cocina de distintos países. Una alumna de italiano, de origen japonés, preparó una receta de espaguetis japoneses en clase. Fue muy entretenido y a la vez interesante. Nos trajo una bolsa de lo que parecían patatas fritas de aperitivo: ¡era pescado frito! Nos esplicó que el arroz lo tienen siempre preparado en especiales hervidores, que comen sentados en el suelo, como se disponían, etc. Fue una experiencia para todos sus compañeros y nos ayudó a todos a reflexionar sobre el rito de la comida y sobre su importancia social.

3. Creo que es fundamental crear un buen ambiente en el aula y ello sin duda afectará positivamente en el proceso de aprendizaje. Sentirse cómodos, relajados permite enfrentarse a todo tipo de tarea, confiar en los compañeros a la hora de pedir ayuda, no avergonzarse, ser menos tímido y sobre todo más activo durante el desarrollo de las tareas. El profesor debe intervenir e intentar facilitar este proceso, mediante la elección de actividades miradas, trabajos en grupos o en pareja bien organizados, por ejemplo, limitando los compañeros que hablan demasiado y atraen sobre sí toda la atencíon.

4. Todo ello debe conducir a la autonomía del alumno a través de su auto-conocimiento y su auto-motivación. Esta quizás sea la mayor preocupación para el docente. Cómo hacer que el alumno vaya a clase motivado y así lo permanezca durante todo el curso.

5. Naturalmente, una experiencia de aprendizaje positiva determinará futuras experiencias de aprendizaje general y de otras lenguas en particular.