giovedì 11 aprile 2013

CFP 323-13 Comentario a la lectura y conclusiones del Módulo 1.


La lectura: "La competencia docente y el desarrollo profesional" de Gregorio Pérez de Obanos me ha resultado extremadamente útil para acabar de entender los contenidos del primer módulo de este curso dedicado a “El punto de partida de mi desarrollo profesional”. Quiero destacar aquí algunos aspectos:

1.      El papel del profesor en el mundo educativo ha cambiado mucho, desde “lector”, luego “profesor” y finalmente el nuevo modelo de profesor “facilitador”. Sin embargo, estoy de acuerdo con Sandra en que no todos los profesores llegan a ser facilitadores y se quedan en el papel de lectores (conocedores del tema: qué se enseña) o de simples profesores (conocedores del tema y del método: qué se enseña y cómo se enseña). No solo eso. Creo incluso que algunos compañeros consideren la figura del “facilitador” inferior a la del simple profesor, entendiéndolo, para mí, de forma equivocada, limitado a los aspectos emocionales y afectivos y reflexivos. Como bien señala este artículo, el profesor facilitador lo reúne todo: es igualmente importante que el docente conozca el contenido de la materia, la metodología para enseñarla, y además que sepa proporcionar a sus alumnos las herramientas para reflexionar sobre su aprendizaje y sea consciente del elemento psicológico y afectivo de la práctica docente.

2.      Otro aspecto que quiero señalar del módulo 1 que acabamos de terminar, y que este artículo vuelve a evidenciar, es el concepto de “competencia docente” y su estructura compleja. Lo conforman tres apartados, los tres igualmente imprescindibles: conocimientos, habilidades y actitudes. Un concepto muy ambiciosos, un sin fin de metas para alcanzar. En fín, existe el peligro que cualquier docente se sienta inadecuado a la hora de desarrollar tantas facetas distintas y que requieren mucho estudio, práctica y tiempo. Sin embargo, después de una reflexión al respecto, creo que esta sistematización se corresponde con las mismas necesidades que todos los que hemos tenido alguna experiencia de tipo docente hemos sentido en algún momento. Asì, pienso partir de algunos de mis puntos fuertes para ir llenando las lacunas: unos conocimientos discretos del tema y de la metodología; entre las habilidades, la capacidad de relacionarme;  y, como actitud, la del compromiso y la ayuda.

3.      El tercer aspecto que quiero recordar es la importancia de la reflexión por parte del buen profesor. Creo que cualquier profesor de forma casi intuitiva se plantea muchas cuestiones acerca de su actuación en el aula. La cuestión es plantear un tipo de reflexión no meramente intuitiva, sino “sistemática y pautada”. Para una enseñanza reflexiva, será necesario activar tres procedimientos: 1. Recoger datos; 2. Analizarlos (reflexión); 3. Toma consciente de decisiones. A través de ellos podremos observar el proceso cíclico de la enseñanza que incluye: 1. La Planificación (= reflexión para planificar, adaptándose al grupo de clase); 2. La Enseñanza (= reflexión para modificar sobre la marcha); 3. La Reflexión sobre la Enseñanza (= reflexión para analizar y mejorar la actuación).

4.    Y, last but not least, el “portfolio reflexivo del profesor” es una de las herramientas fundamentales para la reflexión. Personalmente, no he tenido experiencias previas, fuera de algunos cursos con el Instituto Cervantes, y estoy más familiarizada con el diario. Por tanto, las dudas acerca de como llevar un portfolio son muchas.  Estoy aquí de acuerdo con Nuria en que no va a ser facil encontrar una forma adecuada para recopilar todos los materiales. Sin embargo, creo que la guía de elaboración propuesta por los profesores Pujolá y González puede constituir un buen inicio. Las tres primeras partes (1. ¿Quién soy? 2. ¿Donde estoy? 3. ¿A donde voy?), son tres fichas muy importantes para poder fundamentar nuestro trabajo sobre unas bases sólidas. La cuarta ficha (¿Cómo he llegado hasta aquí?) es la muestra de lo más representativo que hemos hecho. La quinta (¡Ya estoy en camino!) parece referirse a la elaboración de propuestas de cambio (no estoy muy segura), basadas en el análisis de lo anteriormente hecho. Y, finalmente, la sexta ficha (Mi evolución) representa la evaluación de todo. Al igual que un curriculum vitae, el portfolio del profesor debe actualizarse continuamente y acompañar al buen profesor durante todo su camino. Como un buen amigo.

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